lunes, 5 de agosto de 2013

Y en Agosto...¿qué hacemos? I Parte.


INTRODUCCIÓN

Todos tenemos asumido que agosto es el mes de las vacaciones por excelencia, todos tenemos ganas de descansar y disfrutar de unos días de relax en la playa y desconectar de toda la rutina del año. Este pensamiento, de forma involuntaria, tendemos a transportarlo a nuestros árboles y pensamos que ellos también necesitan vacaciones después de un año cargado de alambrados, pinzados, trasplante, etc. y solemos dejarlos en su descanso, pensamos que ellos también paran y solo nos dedicamos, por lo general, a regarlos y mirarlos con satisfacción.
 
Es cierto que la actividad disminuye en cuanto a trabajos se refiere, pero al igual que nosotros, ellos siguen viviendo y necesitan que sigamos trabajándolos para que su progreso sea mayor. No todos los trabajos en el bonsái son alambrados, pinzados, podas y trasplantes, existen una gran variedad de trabajos que son los grandes olvidados y que en estos meses en los que no se trasplanta, alambra y poda debemos tenerlas en mente y poder llevarlos a cabo.
 
Mediante esta serie de artículos queremos explicar estos trabajos que no son considerados importantes pero que pueden jugar un papel importante a favor de nuestros árboles a la hora de aprovechar al máximo las etapas de crecimiento. 

Este primer artículo va a consistir en como mantener la superficie de akadama que nosotros vemos ya que suele ser la que normalmente se degrada de muy rápidamente por la acción de los riegos y por el abono que utilizamos.










EL INICIO DEL PROBLEMA

Durante los meses de primavera y comienzo de verano, el abonado se hace indispensable en el cultivo de nuestros bonsáis y la mejor forma de aplicarlo, como bien sabemos, es de forma sólida sobre la superficie de la tierra de la maceta. El problema deriva en que al ir degradándose provoca una acumulación de elementos que no llegan a descomponerse y que pueden dar lugar a la aparición de una pequeña capa que provoca que el agua no entre correctamente en el sustrato y vaya generando problemas con el riego poco a poco. A su vez, dicha materia orgánica provoca la aparición de pequeñas plantas que llegan a colonizar rápidamente la maceta, complicando la asimilación de nutrientes y llegando a invadir el resto de árboles de nuestra colección.

Por último, es posible encontrar pequeños caracoles, babosas u otros inquilinos que pueden llegar a causar problemas en el crecimiento de nuestros árboles si son “aficionados” a los brotes jóvenes.
Pues bién, en la restauración de la superficie de nuestras macetas es necesario la eliminación mediante la ayuda de pinzas de todo este material vegetal indeseable y todos los residuos orgánicos del abono que ya ha llegado al final de su vida.



PROBLEMAS DE ENCHARCAMIENTO

El principal objetivo de las tareas descritas anteriormente es evitar la rápida degradación de la primera capa de sustrato, lo que provoca una compactación de la misma y desencadena en el tan temido encharcamiento de nuestras macetas.

¿Qué es el encharcamiento? Básicamente es un problema de infiltración que evita que el agua que nosotros utilizamos en el riego llegue a entrar correctamente en toda la maceta, provocando problemas derivados del mal riego y que en muchos casos deriva en problemas más graves que pueden afectar a la salud de nuestros árboles.

Por norma general, cuando detectamos este caso, programamos el trasplante de ese árbol para la temporada de trasplantes y renovamos toda la tierra de la maceta y con eso solucionamos el problema, pero ¿qué pasa si se nos ha pasado el trasplante o hemos adquirido un árbol fuera de fecha y ya no lo podemos trasplantar?

Las soluciones que se proponen son muy sencillas: 

En primer lugar, si el problema no es muy grave, podemos hacer pequeños agujeros con ayuda de un punzón en la superficie del sustrato para ver si haciendo esto el agua puede entrar más fácilmente en la maceta. En el caso de que esto no nos dé resultado, la solución pasa en renovar esos primeros milímetros de sustrato. Con ayuda de la herramienta correcta, podemos retirar, con mucho cuidado, esta primera capa de sustrato que se encuentra deteriorada y que provoca que el agua no entre. Una vez hecho esto, renovaremos esa superficie con sustrato correctamente tamizado y una vez hecho esto el problema de encharcamiento debe desaparecer.

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